El liquen escleroso vulvar es una enfermedad que, aunque frecuente, muchas veces no es diagnosticada. El tratamiento adecuado es fundamental para evitar complicaciones a largo plazo.
El liquen escleroso vulvar es una patología infradiagnosticada, de hecho de calcula que el diagnóstico puede tardar entre 5 a 15 años. Forma parte de las dermatosis vulvares inflamatorias, a consecuencia de una respuesta linfocítica inadecuada, a diferencia del liquen simple que se debe al rascado crónico.
¿Qué causa el liquen escleroso vulvar?
La causa es multifactorial: antecedentes familiares, hipoestrogenismo, traumatismos, estrés o irritación crónica, siendo más frecuente en niñas y en mujeres a partir de los 40 años.
¿Cómo se manifiesta el liquen escleroso vulvar?
El síntoma predominante del liquen escleroso es el picor o prurito vulvar, pero a medida que avanza la enfermedad puede generar:
- Placas blanquecinas pruriginosas
- Borramiento de los labios menores y fusión del capuchón del clítoris
- Distorsión de la anatomía vulvar
- Estrechamiento del introito (que es la entrada de la vagina)
- Hipopigmentación, petequias, ulceras y edema vulvar
- Disfunción sexual
Cómo diagnosticar liquen escleroso vulvar
El diagnóstico del liquen escleroso es difícil ya que generalmente se confunde con infecciones vulvovaginales como candidiasis o vaginosis bacteriana, y muchas mujeres optan por automedicarse de manera crónica retrasando el diagnóstico. Otras también consultan a la matrona o al especialista y también el diagnóstico no es el adecuado, y así van pasando los meses, y los años.
Por eso lo importante para diagnosticar un liquen escleroso, es pensar en él. Muchas veces el diagnóstico lo realizamos sólo con la clínica en los estadios avanzados, pero en los cuadros iniciales ante un prurito crónico que no mejora tras tratamientos es fundamental realizar una biopsia vulvar para llegar al diagnóstico de certeza. La misma se realiza en consulta y es muy sencilla de realizar. Por ello acudir con regularidad a tu especialista es fundamental.
¿Existe tratamiento para el liquen escleroso vulvar?
La respuesta es sí. Y lo más importante es informar a la mujer que es una enfermedad crónica y siempre es necesario el tratamiento para evitar la progresión de la enfermedad.
El tratamiento clásico es la terapia con corticoides de manera prolongada para eliminar y/o mejorar la sintomatología y evitar la progresión de la enfermedad.
Actualmente utilizamos las terapias regenerativas como el plasma rico en plaquetas o el láser de CO2, por su efecto antiinflamatorio, para disminuir el uso de la terapia con corticoides y así disminuir los efectos adversos de los mismos a largo plazo.
En mujeres refractarias al tratamiento con corticoides una opción puede ser el tratamiento con inhibidores de la calcineurina.
Además es importante utilizar ropa interior de algodón o seda y preferentemente colores claros, evitar la higiene excesiva, el uso de toallitas húmedas o protege slip y ropa ajustada, ya que pueden empeorar la sintomatología existente.
Es recomendable realizar un seguimiento semestral, sobre todo en mujeres mayores de 60 años, ya que el liquen escleroso incrementa aproximadamente un 5% el riesgo de padecer algunos tipos de carcinoma.
Por eso es fundamental: el diagnóstico adecuado, el tratamiento que permita mejorar la calidad de vida de las mujeres y el seguimiento posterior para evitar complicaciones futuras.
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