Los tratamientos médicos mediante el uso de la tecnología láser han sido realizados durante años en otras especialidades médicas, pero su uso en ginecología es más reciente. A continuación te contamos la aplicación del láser vaginal en el campo de la ginecología.
Vamos a empezar por lo más simple: ¿Qué es el colágeno? El colágeno es una proteína que se encuentra en gran proporción en nuestro organismo y cumple la función principalmente de sostén y de otorgar firmeza en diversos órganos: la piel, músculos, huesos, articulaciones, entre otros. Con el paso de los años nuestro cuerpo va perdiendo la capacidad de generar esta proteína, por eso los cambios que sufrimos con la edad son, en gran medida, por la disminución de la síntesis de colágeno. Pues bien, explicado esto, resulta que nuestros genitales externos sufren los mismos cambios que el resto de nuestro cuerpo y es ahí donde tiene aplicación el láser vaginal.
El láser vaginal de CO2 es una técnica novedosa que, mediante la energía térmica que produce en el tejido afectado, estimula la síntesis de colágeno por parte de los fibroblastos. Este estímulo produce un aumento de la vascularización, y de las fibras elásticas regenerando el tejido dañado.
¿Cuales son sus indicaciones?
Síndrome Genitourinario de la Menopausia: aunque es más frecuente en esta etapa, esta sintomatología se manifiesta también en aquellas mujeres con hipoestrogenismo (post parto, pacientes con tratamientos oncológicos por tumores hormono-dependientes, usuarias de anticonceptivos de baja dosis, etc.). La principal sintomatología es la sequedad vaginal, dolor en las relaciones sexuales, picor, escozor, molestias urinarias y/o infecciones urinarias de repetición. Esto se debe a la atrofia del tejido debido a la ausencia o escasa cantidad de estrógenos presentes en estas etapas.
Síndrome de relajación vaginal: más frecuente en mujeres que hayan dado a luz mediante parto vaginal, o con obesidad. Después de los partos es habitual que aumente la amplitud vaginal y del introito vaginal debido a la disminución del tono muscular que rodea a la vagina y alteraciones en los tejidos de sostén del suelo pélvico, que se vuelve más laxo. Esto se traduce, sobre todo, en una disminución del placer sexual. En casos más severos, se puede asociar a prolapsos de órganos vecinos (vejiga o recto) o a incontinencia urinaria.
Incontinencia Urinaria: tiene indicación en casos leves y/o moderados, donde todavía no hay indicación quirúrgica. Los tipos de incontinencia que son candidatas a tratamiento con láser vaginal son las de esfuerzo y las mixtas, cuando la urgencia miccional está condicionada por la atrofia. No tiene indicación en la incontinencia de urgencia.
Como el tratamiento de la incontinencia urinaria es multidisciplinar (fisioterapia, ginecología y urología) es imprescindible una correcta valoración para saber frente a qué tipo de incontinencia estamos y de esa manera poder ofrecer el tratamiento más adecuado. Por ello contamos con un equipo de profesionales para buscar la mejor solución para nuestras pacientes.
El láser vaginal también se utiliza para intervenciones quirúrgicas, disminuyendo el sangrado, y mejorando la cicatrización posterior, en comparación con otras técnicas quirúrgicas convencionales.
Podemos utilizarlo para el tratamiento de diversas patologías tales como:
- Hipertrofia de labios menores (labioplastia)
- Liquen vulvar escleroatrófico
- Condilomas (verrugas producidas por el Virus del Papiloma Humano)
- Ectopia cervical
- Grietas vulvares
- Cicatrices
Una indicación reciente es la utilización del láser vaginal en casos de infecciones genitales recidivantes. Los cambios que se producen por la acción térmica del láser en la mucosa vaginal, se traducen en una mejora del pH vaginal y con ello de la microbiota. En aquellas pacientes con infecciones vaginales de repetición refractarias a los tratamientos convencionales es una alternativa terapéutica.
También se puede utilizar con fines meramente estéticos como puede ser, en conjunto con otros tratamientos, para blanqueamiento genital o tratamiento de estrías.
¿Como se realiza?
El láser vaginal es un procedimiento ambulatorio, seguro y eficaz que se realiza en la consulta médica, sin incisiones, con anestesia local y con una rápida recuperación post tratamiento.
Cada sesión tiene una duración aproximada de 30 minutos dependiendo de la patología a tratar.
Son necesarias entre 2 o 3 sesiones, dependiendo de la severidad de la sintomatología y de la respuesta al tratamiento. Las sesiones se realizan en intervalos de 6-8 semanas según la patología. En algunos casos puede ser necesaria una dosis de recuerdo a los 12-18 meses.
Vídeo informativo láser CO2 Gynelase: https://www.youtube.com/watch?v=zh_O0w9nIkk
¿Qué podemos esperar tras un tratamiento convencional con láser vaginal?
Mejor calidad y grosor del tejido afecto, ya sea a nivel vulvar y/o vaginal. Esto se traduce en una disminución de las molestias causadas por la atrofia vulvovaginal.
Cuando se utiliza para realizar un tensado vaginal, mejora el grado de satisfacción sexual de la mujer y su pareja.
Mejora la lubricación vaginal.
Corrección y/o mejoría de la incontinencia urinaria, mejorando la calidad de vida de las mujeres.
Mejoría del aspecto de los genitales externos en caso de corrección quirúrgica y/o tratamiento de cicatrices, y del dolor asociado a estas últimas.
Restaura el pH vaginal y la microbiota reduciendo el riesgo de infecciones vaginales y urinarias.
El láser vaginal está contraindicado en aquellas pacientes con:
- Trastornos de coagulación o pacientes con tratamiento anticoagulante.
- Infección genital y/o urinaria activa.
El láser vaginal no sustituye los tratamientos que tenemos hoy en día disponibles. Ni los tratamientos médicos, ni los quirúrgicos, ni fisioterápicos, sino que es una herramienta más de abordaje terapéutico para aquellas mujeres que los tratamientos convencionales no han sido eficaces o que simplemente deseen otro tipo de tratamiento.
Lo importante es un asesoramiento correcto y que sepas todos los tratamientos que hoy en día existen para mejorar tu calidad de vida.
