Empezamos el año y creo que la gran mayoría de nosotras tiene como propósito para este nuevo año que comienza llevar una vida más saludable, y claro está, que el deporte ocupa un lugar importante.
El ejercicio es beneficioso a cualquier edad, en los niños, en la vida adulta, en la tercera edad. Y por supuesto, también durante el embarazo.
Pero hay que tomar algunos recaudos y adecuar esta actividad al período gestacional. Dicho esto, a las preguntas como: ¿Puedo realizar actividad física? ¿Es recomendable?: para ambas preguntas la respuesta es: sí. Y ¿Qué puedo hacer?. A continuación les dejo información sobre ello. ¡A tomar nota y a empezar a moverse!
Los BENEFICIOS de realizar actividad física durante el embarazo son muchos, entre ellos:
1. Reduce el dolor de espalda, el estreñimiento, el edema y el insomnio (para esto último procura realizar ejercicio por la mañana o por la tarde).
2. Aumenta la fuerza y resistencia, además de tonificar los músculos.
3. Mejora el estado de ánimo y los estados depresivos.
¿QUE TIPO DE EJERCICIO ES RECOMENDABLE?
Caminar, natación, actividad física dirigida de bajo impacto como por ejemplo, Pilates o yoga, pueden ser buenas opciones para mantenerte en forma.
También existen ejercicios dirigidos específicamente al fortalecimiento del suelo pélvico que puedes realizarlos desde mediados del primer trimestre. Estos ejercicios están indicados, sobre todo, para evitar padecer incontinencia urinaria o prolapso de órganos pélvicos tras el parto. Las fisioterapeutas especializadas en Uroginecología son las profesionales más idóneas para preparar tu musculatura para este momento.
Es importante una correcta hidratación previa, así como también realizar calentamiento y estiramiento previo y posterior al ejercicio, respectivamente, ya que las articulaciones están más laxas por lo que pueden ser más frecuentes las lesiones ligamentarias.
En cuanto a la INTENSIDAD siempre se recomienda que sea leve a moderada (la gestante debería poder hablar sin fatigarse mientras lo realiza), para no comprometer el bienestar maternofetal. Obviamente hay que tener presente nuestro estado físico previo. Hay mamás deportistas que están muy acostumbradas a realizar actividad física y quizás en estos casos pueden realizar una actividad más intensa sin que ello suponga un riesgo.
La FRECUENCIA recomendada es de 3 a 4 veces por semana. Se puede caminar diariamente, aunque al final del embarazo ello conlleve más esfuerzo podemos hacerlo igual, pero trayectos más cortos o con intervalos de descanso; y en cuanto a la DURACIÓN entre 30 a 60 minutos. Aquellas gestantes que no realicen actividad física regular, se recomienda un comienzo gradual en cuanto a frecuencia y duración.
Si bien la actividad física se recomienda a todas las pacientes con gestaciones normales, aquellas que han tenido algún problema durante el embarazo o padecen alguna enfermedad previa, deben consultar a su ginecólogo antes de comenzar cualquier actividad.