Si hay algo que más desean las mujeres embarazadas es venir a la consulta para ver a su bebé. Sin embargo, la ecografía en el embarazo es una herramienta muy útil que tiene diferentes utilidades según cuando la realicemos.
La ecografía es nuestra herramienta fundamental para poder valorar cómo se desarrolla tu bebé durante el embarazo. Es un procedimiento inocuo, tanto para la mamá como para el bebé donde mediante el ultrasonido generado somos capaces de visualizar imágenes y valorar que todo vaya dentro del curso normal.
En mujeres jóvenes y sanas, se podría decir que una ecografía por trimestre puede ser suficiente para valorar el embarazo. Realizar más ecografías no supondrá un riesgo, pero seguramente no nos otorgue información clínica relevante, sólo servirá para mayor tranquilidad de la futura mamá.
Sin embargo, en mujeres en donde la edad materna constituye un factor de riesgo, o presentan antecedentes obstétricos de abortos o partos pretérmino, o quizás cursan un embarazo de alto riesgo por padecer hipertensión o diabetes, si se realizan ecografías con mayor frecuencia para constatar que no haya complicaciones durante el embarazo.
¿Cuándo se realiza la primera ecografía en el embarazo?
En la semana 7 de embarazo podemos visualizar el saco gestacional, con el embrión y el latido cardíaco. Esta ecografía precoz nos sirve para constatar que un embarazo es viable, que está dentro del útero, descartando así un embarazo ectópico, y si es un embarazo único o gemelar. También podemos valorar si existe patología uterina, como por ejemplo miomas uterinos, o la presencia de quistes en los ovarios.
¿Por qué es importante la ecografía de la semana 12 y 21?
La ecografía de la semana 12 nos proporciona información que en combinación con otros parámetros clínicos y de laboratorio nos permitirán calcular el riesgo de anomalías cromosómicas en el primer trimestre. Según estos resultados solemos recomendar o no realizar otras pruebas con más fiabilidad diagnóstica, como son el test de ADN fetal en sangre materna o la biopsia corial/amniocentesis, según los resultados obtenidos.
La ecografía de la semana 21, en cambio, nos proporciona información sobre la anatomía fetal, esta ecografía nos sirve para saber si el bebé presenta alguna anomalía en sus órganos. También se valora la placenta, el cordón umbilical y el líquido amniótico.
¿Qué se valora en el resto de las ecografías?
En todas las ecografías, mediante una serie de mediciones que se realizan estimamos el peso fetal y comprobamos que el crecimiento fetal sea acorde a la edad gestacional. Generalmente un bebé que crece de manera normal, duplica su peso en cada control si se realiza de manera mensual. En caso de patología obstétrica los controles pueden ser incluso más frecuentes, por ejemplo cada 15 días.
También en todas las ecografías se valora la placenta y el líquido amniótico que son otros parámetros importantes que nos dan información ante la presencia de ciertas patologías.
Dependiendo del caso, en algunas ocasiones realizamos más exploraciones adicionales, como puede ser la medición de la longitud cervical, en mujeres con riesgo de parto pretérmino, o estudios Doppler, si tenemos, por ejemplo, sospecha de alteración del crecimiento fetal.
¿Ecografía normal equivale a bebé normal?
Que la ecografía sea normal, lamentablemente no implica que tu bebé también lo sea. Si bien es un estudio con alta fiabilidad diagnóstica, no lo es al 100 %. El sobrepeso, la disminución del líquido amniótico o la posición fetal son factores que pueden hacer dificultosa la visualización de ciertas anomalías.
Por otro lado ciertas patologías no serán identificables mediante la ecografía prenatal porque no tienen expresión ecográfica, como las patologías metabólicas, por ejemplo, o bien otro tipo de anomalías, como algunos tipos de cardiopatías, se pueden manifestar de manera más tardía, siendo el diagnóstico de manera postnatal.
Por último, los equipos de ecografía que se utilizan así como la experiencia del profesional también pueden facilitar y/o dificultar el diagnóstico, por lo que siempre es recomendable acudir a centros que cuenten con los equipos de alta resolución necesarios y los profesionales adecuados para este tipo de exploración.