Seguramente hayas oído hablar del «Síndrome de ovario poliquístico», y a pesar de que tu ginecólogo intentó explicarte y tu también hayas mirando en Internet, lo cierto es que todavía sigues sin entender de que va. A continuación las preguntas más frecuentes y las respuestas más sencillas para que de una vez por todas lo puedas entender.
¿Qué es el Síndrome de ovario poliquístico (SOP)? Es una alteración muy frecuente, principalmente hormonal, aunque también tiene relación con el metabolismo de los azúcares.
¿Cómo se manifiesta? Aunque hay una triada que se da en la mayoría de los casos: ausencia de ovulación, aumento de las hormonas masculinas y un aspecto ecográfico de los ovarios característicos, no siempre se presenta de la misma manera.
Y aquí la pregunta del millón: ¿Entonces tengo los ovarios llenos de quistes? No, poliquísticos se refiere a que vuestros ovarios tienen muchos folículos pequeñitos pero ninguno llega a madurar para que se produzca la ovulación.
¿Qué síntomas puedo tener? Pueden darse algunos o todos de los siguientes síntomas:
- Alteraciones menstruales (lo más frecuente)
- Hirsutismo (aumento de vello en zonas donde no suele aparecer)
- Acné
- Alopecia (pérdida de cabello)
- Aumento de peso (cuando coexiste con una resistencia a la insulina, ya os lo explicaré luego)
¿Y cómo me puede afectar? ¿Podré tener un bebé? Las alteraciones menstruales generalmente se deben a que tanto las hormonas que produce como las que actúan en el ovario están alteradas, por lo que generalmente aunque tengamos o no la regla, los ciclos suelen ser anovulatorios (o sea: no hay ovulación). Por consiguiente el SOP suele asociarse con dificultad para lograr un embarazo.
También es frecuente la asociación de SOP y obesidad. No está claro si el SOP es una consecuencia de obesidad o al revés, lo que sí sabemos es que en ambos es frecuente encontrar una insulinoresistencia, esto quiere decir que nuestro organismo no es capaz de utilizar correctamente el azúcar y ello conlleva entre otras cosas a un aumento de peso y perpetúa el mal funcionamiento del ovario por acción directa de los niveles elevados de insulina.
Todo ello aumenta el riesgo en el futuro de tener diabetes tipo II, alteraciones cardiovasculares y mayor riesgo de cáncer de mama y/o endometrio.
¿Cómo se diagnóstica? Generalmente una correcta historia clínica, el examen físico, una analítica de sangre y la ecografía ginecológica nos permitirán realizar el diagnóstico adecuado.
¿Y tiene tratamiento? Por supuesto que sí. En cuanto al SOP, actualmente existen diferentes líneas de tratamiento médico que, según si estáis o no planeando un embarazo a corto plazo, y si coexiste o no con obesidad se podrá valorar el indicado en cada caso.
Pero ojo: si además del SOP nos encontramos con obesidad: ejercicio y dieta ¡si o si!. De nada sirve que los ginecólogos demos unas pastillas si no corregimos el peso: si nuestros niveles de azúcar e insulina no se regulan nuestro ovario tampoco. Por lo que el tratamiento debe ser multidisciplinario.
Espero que os haya quedado claro, y siempre lo mejor que podéis hacer es acudir a vuestro ginecólog@ que será quien os podrá ayudar a corregir este problema.