Para nosotras, la salud íntima es un aspecto vital. Y es que cuando tenemos una dolencia en este sentido, toda nuestra calidad de vida se ve afectada. Hoy quiero hablarte de un tema que solemos evitar o del que nos avergonzamos, y justo por ello se fomenta la desinformación. Es importante que eliminemos los tabúes y empecemos a informarnos sobre los aspectos que pueden afectar nuestra salud. Te hablaré acerca de la atrofia vaginal, qué es, cómo se diagnostica y si tiene tratamiento. ¡Acompáñame!
¿Qué es la atrofia vaginal?
La atrofia vaginal, también conocida como atrofia vulvovaginal, es una afección que afecta principalmente a las mujeres en la menopausia. Pero también puede ocurrir debido a otras razones, como la lactancia materna, el uso de anticonceptivos hormonales, el cáncer de mama, la radioterapia o la extirpación de ovarios.
Se caracteriza por la disminución del grosor, la elasticidad y la lubricación de las paredes vaginales, lo que puede resultar en síntomas molestos.
Los síntomas comunes de esta afección incluyen sequedad vaginal, picazón, ardor, dolor durante las relaciones sexuales y aumento de la frecuencia urinaria. Estos síntomas pueden tener un impacto significativo en tu calidad de vida, afectando tu vida sexual y bienestar general.
Ahora, ¿qué es lo que genera este molesto padecimiento? Pues esta atrofia ocurre porque disminuyen los niveles de estrógeno en el cuerpo, lo que es común durante la menopausia. Si crees que puedes estar sufriendo de atrofia vulvovaginal, es importante que asistas a consulta.
Cómo se diagnostica la atrofia vaginal
Los síntomas ya pueden encender las alarmas sobre este padecimiento. Es importante que estés atenta a tu cuerpo, y si experimentas las sensaciones que te conté, busques orientación médica. Hay diferentes formas de diagnosticar la atrofia vulvovaginal. A continuación te cuento cuáles son las más comunes.
Examen pélvico
Un examen pélvico es una forma común de diagnosticar la atrofia vulvovaginal. Durante el examen, evaluaremos el estado de la mucosa vulvar y de las paredes vaginales. Buscaremos signos de adelgazamiento, sequedad o irritación. Si hay dolor o molestias durante el examen, puede ser un indicador de atrofia.
Examen de orina
Un examen de orina nos puede ayudar a evaluar la salud de la vejiga y los síntomas urinarios relacionados con la atrofia vaginal. La atrofia puede aumentar el riesgo de infecciones urinarias y problemas de incontinencia, por lo que es importante realizar un análisis de orina en algunos casos para determinar el tratamiento que seguiremos.
Prueba de equilibrio ácido
La prueba de equilibrio ácido se utiliza para medir el pH vaginal. Las mujeres con atrofia vulvovaginal a menudo tienen un pH vaginal más alto. Esto puede indicar un desequilibrio en la flora vaginal. Esta prueba puede ayudar a confirmar el diagnóstico de atrofia.
¿Tiene tratamiento la atrofia vaginal?
La buena noticia es que la atrofia vulvovaginal es tratable. Hay varias opciones disponibles para abordar los síntomas y mejorar la calidad de vida de las mujeres afectadas. Uno de los abordajes más comunes es la terapia hormonal.
Puede ser en forma de cremas, anillos vaginales, tabletas o parches que contienen estrógeno. Estos tratamientos ayudan a restaurar el equilibrio hormonal en la vagina y aliviar los síntomas. Es importante que hagamos un seguimiento estrecho en consulta, pues este tratamiento también puede generar efectos secundarios.
Otra línea de abordaje es el uso de lubricantes e hidratantes vaginales, que pueden proporcionar alivio temporal de la sequedad vaginal leve y del dolor durante las relaciones sexuales.
Y para las mujeres que no pueden o no desean utilizar terapia hormonal, existen opciones no hormonales, como el láser vaginal y el plasma rico en plaquetas. Estas terapias pueden regenerar el tejido vulvovaginal y mejorar la lubricación.
Por último, es importante que tomes conciencia y cuides de tu salud de forma integral. Si sufres de atrofia vulvovaginal, será importante que aumentes tu ingesta de agua, lleves una dieta balanceada y evites usar productos químicos fuertes. Los ejercicios de Kegel también pueden ayudarte, fortaleciendo los músculos del suelo pélvico.
Consulta siempre con tu especialista
La atrofia vaginal es un padecimiento que afecta la calidad de vida de muchas mujeres, pero no es algo que debas sufrir en silencio. Existen tratamientos y opciones disponibles para abordar los síntomas y mejorar tu comodidad y bienestar.
Mi consulta tiene sus puertas abiertas para orientarte. Para que diagnostiquemos tu caso y empecemos juntas una vía de tratamiento que sea realmente eficaz, y que te ayude a recuperar a pleno tu bienestar íntimo.