Hasta ahora hablar de juguetes sexuales era sinónimo de placer. Y no es que haya dejado de serlo, sino que además tienen múltiples beneficios en nuestra salud íntima y psicosexual. A continuación te cuento por que es importante su uso.
Todas cambiamos. Y nuestra vagina también. La edad nos cambia, los partos nos cambian, nuestro estilo de vida sedentario nos cambia. Y a ellos también, con las respectivas diferencias. Y a pesar de que los cambios no siempre son malos, muchas veces atentan contra nuestra salud y nuestro bienestar.
Por qué deberías tener juguetes sexuales
Las mujeres generalmente estamos muy informadas acerca de qué crema nos viene mejor para el rostro, sin embargo si hablamos de la hidratación vulvar o vaginal parece terreno desconocido. Muchas piensan que un lubricante es lo mismo que un hidratante. Y mal vamos…
Cuando deciden venir a la consulta a informarse, generalmente es porque ya tenemos un problema instaurado. El más frecuente: el dolor en las relaciones sexuales, que muchas veces hace que en vez de ser algo placentero se transforme en una tortura.
Los hidratantes no hormonales suelen ser de primera elección, cuando tenemos un problema leve, o si ya no es tan leve tendremos que recurrir a los tratamientos hormonales o a los nuevos tratamientos regenerativos, como el Láser o el PRP.
¿Y que tiene que ver todo esto con un vibrador? Pues más de lo que te imaginas. Los juguetes sexuales ya sea por medio de vibración u ondas sónicas generan un aumento del aporte sanguíneo por medio de la vasodilatación que se produce durante el período de excitación.
Además, durante el orgasmo se producen múltiples contracciones musculares, en todo nuestro cuerpo, pero sobre todo en los músculos del suelo pélvico, de manera similar a la respuesta sexual fisiológica.
Tanto el aumento de la vascularización como las contracciones que se producen a nivel del suelo pélvico favorecerán el trofismo de los tejidos, aportando mayor oxigenación y nutrientes, mejorando así la mucosa vulvovaginal y a mejorar el tono muscular, respectivamente.
Esto los convierte en un complemento perfecto a nuestros tratamientos, si de mejorar los tejidos se trata. Sobre todo para aquellas mujeres que se realizan tratamientos regenerativos, el uso de juguetes sexuales como complemento favorecerá la respuesta al tratamiento y la duración del mismo.
Contraindicaciones de los juguetes sexuales, ¿existen?
Generalmente no suele haber contraindicaciones. Se han reportado casos aislados de desgarros vaginales con un uso inadecuado de vibradores o dildos. En aquellos de uso externo, como los succionadores de clítoris, que son capaces de generar un orgasmo de manera más fácil y/o rápida, un uso reiterado podría alterar la respuesta fisiológica normal en una relación sexual con la pareja, siendo más difícil lograr el orgasmo sin la ayuda de dicho dispositivo.
Sin embargo, son pocos los datos clínicos hasta la fecha para poder dar una información concluyente.
En embarazos sin patología obstétrica tampoco existe contraindicación para el uso de juguetes sexuales, ya que no aumentan el riesgo de parto prematuro.
¿Son iguales todos los jueguetes sexuales?
Hoy en día existe una amplia gama de juguetes sexuales, y además de nuestras preferencias y gustos algo importante a la hora de elegir es saber que tipo de material lo compone.
Para disminuir el riesgo de alergias es recomendable que sean de silicona y preferentemente materiales no porosos, que favorecen la higiene y desinfección de los mismos.
En cuanto al funcionamiento, algunos funcionan a pilas y los más modernos son recargables mediante USB, y los hay sumergibles para utilizarlos por ejemplo, en la ducha.
Los hay de uso externo para estimulación del clítoris, internos para estimular la vagina o duales que estimulan ambas zonas a la vez para usarse en solitario o en pareja.
Los vibradores suelen tener diferentes potencias en cuanto a intensidad y la misma puede ser continua o pulsátil.
También hay vibradores anales que pueden ser de utilidad en ginecología por vía vaginal.
Mantenimiento y limpieza de los juguetes sexuales
En caso de utilizar lubricante con un juguete sexual, siempre procuraremos utilizar con base acuosa, ya que los de base de silicona o aceite si bien resultan más adecuados para utilizar en el agua, suelen dañar la silicona del dispositivo utilizado.
Si se utilizan externamente o vía vaginal, agua templada y jabón neutro suele ser suficiente para mantener una higiene correcta.
Si se utilizan vía anal, existen soluciones limpiadoras para evitar la contaminación con enterobacterias.
No se recomienda el uso compartido de juguetes sexuales, ya que existe riesgo de contraer enfermedades de transmisión sexual a través de los mismos, salvo que se utilicen con un método de barrera, como el preservativo.
¿Qué juguete sexual debería comprar?
En primer lugar siempre buscar un juguete sexual con el que te sientas a gusto. De nada sirve que lo indiquemos en la consulta, si a la hora de utilizarlo no te encuentras cómoda. Por tanto, tiene que ser algo que te resulte agradable de utilizar, que te apetezca utilizarlo.
Luego dependerá en caso de patología el que mejor se adapte a cada caso clínico: si tienes dolor en la penetración a causa de una episiotomía, una neuralgia o bien por estar en la menopausia; si la vagina está muy estrecha y ya no logras la penetración a causa de la edad o por un liquen escleroso o, al contrario, si está demasiado amplia y notas dificultades para llegar al orgasmo tras el parto. En mujeres que les cuesta llegar al orgasmo o nunca lo han experimentado, también tienen utilidad.
El contexto clínico, junto con la exploración ginecológica es lo que nos permitirá realizar un asesoramiento correcto sobre qué tipo de juguete sexual podría ser beneficioso para cada mujer.
Y quizás no sea tu caso y te encuentres estupendamente bien, y sólo desees aumentar tu placer. Tu sola. O con tu pareja. Pues también para ti puede ser una estupenda oportunidad de mejorar tu placer y tu salud íntima a la vez.
*Quiero agradecer a la Lic. Esperanza Gil Somoza, psicóloga y sexóloga clínica de Amantis.net por su asesoramiento para la elaboración de este artículo.