A partir de la semana 37 puede llegar el momento tan esperado. La mayoría de las mamás tienen miedo de no darse cuenta de si están iniciando el trabajo de parto, o temen ir varias veces a la maternidad por una falsa alarma. A continuación te damos algunos consejos de cuando sería recomendable acudir al hospital:
CONTRACCIONES UTERINAS: Si las contracciones son regulares y cada vez más frecuentes, más largas, más intensas y más dolorosas, probablemente estemos ante un inicio de trabajo de parto. En caso de ser nuestro primer bebé, podemos esperar un tiempo prudencial en casa, y si al cabo de 1-2 horas se van intensificando conviene acudir para valoración. También podemos darnos un baño caliente para relajarnos o estar en reposo y si vemos que van cediendo, probablemente sea una falsa alarma.
PERDIDA DE LÍQUIDO: Si es una rotura franca de la bolsa, observaremos la salida abundante de líquido amniótico por los genitales, en caso de ser una fisura, la cantidad de líquido será menor pero constante. En ambos casos, ante la duda, es mejor acudir al hospital y si el líquido es de color verdoso, en vez de ser claro, conviene ir con la mayor brevedad posible.
HEMORRAGIA: Si observamos secreciones vaginales de color rosado o bien gelatinosas con estrías de sangre, probablemente se deba a la expulsión del tapón mucoso. Por ello NO es necesario acudir al hospital. Si por el contrario, la cantidad de sangre es mayor, si es necesario la valoración por el especialista para descartar patologías asociadas al embarazo o el parto.
DISMINUCIÓN DE MOVIMIENTOS FETALES: No todos los bebés se mueven de la misma manera o con la misma intensidad. Incluso cada embarazo puede ser diferente para la misma mujer, por eso es importante conocer la frecuencia con que nuestro bebé se mueve. Aunque esto no siempre tiene que ser un signo de alarma. Nuestro bebé puede tener períodos de sueño en donde es normal que no lo percibamos o en situaciones de ayuno materno. Ante la duda podemos tomar algo azucarado y controlar en reposo durante un tiempo prudencial y en caso de persistir esa sensación de falta de movimiento acudir al hospital, sobre todo, aquellas mamás que hayan pasado las 40 semanas de gestación.
Cada mamá es diferente, y su parto será diferente también, por eso es muy difícil establecer pautas para todas las mamás por igual. Estos consejos son meramente orientativos, y en ningún caso deben reemplazar la valoración por la matrona y/o ginecólogo. Lo importante: estar tranquilas y pensar que estarán siempre acompañadas por profesionales que estamos para ayudar y para compartir uno de los momentos más importantes de vuestras vidas…