Hoy en día nos inundan imágenes en las redes sociales de partos en el agua, y a la gran mayoría, nos inunda a la vez, una sensación de paz, nos parece algo precioso, milagroso y natural. Si bien el parto en el agua tiene beneficios, como casi todo en la vida, también conlleva sus riesgos, por eso es importante si estás pensando en la modalidad del parto en el agua es necesario que estés bien informada de todo lo que implica.
El parto en el agua es una posibilidad más de dar a luz para aquellas madres que cursen un embarazo de bajo riesgo y que deseen dar a luz de manera natural, sobre todo para aquellas que prefieren prescindir de los medios tradicionales de analgesia, como la analgesia epidural, para sobrellevar el dolor.
Si nos dejamos llevar por lo que vemos o leemos en Internet parece que todo es perfecto. Incluso es muy común ver bebés naciendo en el agua en algún vídeo de un parto domiciliario, quiero decir que no sólo se realizó el período dilatante en el agua, sino que el período expulsivo (el momento donde nace el bebé) también, práctica que, hasta el día de hoy, no es recomendable.
A los médicos, sin embargo, además de los beneficios que conlleva cualquier práctica médica, también nos importa saber que riesgos puede tener implementar alguna práctica asistencial y para ello tenemos que recurrir a ver lo que dice la ciencia, o sea, que evidencia científica tenemos, y de esa manera poder informar correctamente a nuestras pacientes si esta opción de parto además de beneficios, es segura y de que manera llevarla a cabo.
Si buscamos información científica sobre el parto en el agua existen pocos estudios de prevalencia, y muchos con limitaciones.
Si analizamos los datos obtenidos de una revisión de 12 ensayos clínicos (3.243 gestantes) de partos atendidos en el agua los mismos arrojaron las siguientes conclusiones:
¿Cuáles son los beneficios del parto en el agua?
- Disminución del uso de analgesia durante la primera etapa del parto (período dilatante).
- Menor duración de la primera etapa del parto.
No hubo diferencias significativas en la frecuencia de partos vaginales, cesáreas, uso de oxitocina, trauma perineal o infección materno fetal, como tampoco en la puntuación de APGAR, o ingreso en unidad de cuidados intensivos neonatal con respecto al parto tradicional.
Ningún trabajo ha demostrado beneficios en el recién nacido.
En cuanto al beneficio del período expulsivo en el agua, se registró un mejor nivel de satisfacción materna.
Riesgos del parto en el agua
En el recién nacido se han reportado casos aislados de sepsis (una infección severa), y también materna por Pseudomonas aeruginosa, dificultad en la termorregulación, shock hipovolémico, hiponatremia, dificultad respiratoria y encefalopatía hipóxico isquémica, resultando algunos casos letales.
Dadas las limitaciones de muchos trabajos, es difícil establecer la incidencia de las complicaciones.
Como conclusión podemos decir que el parto en el agua durante su primera etapa disminuye la necesidad de analgesia y acorta su duración.
La seguridad y eficacia durante el período expulsivo no está establecida para la madre y el recién nacido por lo que sólo debería realizarse dentro del contexto de un ensayo clínico.
Estas son las conclusiones del documento: Atención del parto en el agua. Consenso de la Sociedad Española de Neonatología y de la Sección de Medicina Perinatal de la Sociedad Española de Obstetricia y Ginecología.
Documento completo: https://www.analesdepediatria.org/es-atencion-del-parto-el-agua–articulo-S1695403314003282
Actualmente en HM Maternidad Belén contamos con una Unidad de Trabajo de Parto Natural, donde puedes optar por esta modalidad de parto, siempre dentro de un entorno seguro con todas las garantías que conlleva un centro sanitario.
Y es importante que siempre busques asesoramiento con el profesional adecuado para valorar la mejor opción para ti y para tu bebé, y no te olvides que además de los beneficios es importante la seguridad de ambos.
